Una primera idea a tener en
cuenta es que, pese a la inmensa evolución de las tecnologías de la
comunicación que se viene produciendo desde hace años, desde la informática
hasta las más modernas redes sociales, las cosas en los procesos selectivos de personal han cambiado sólo parcialmente.
Esta afirmación, dicha así sin más, puede parecer una ligereza de quien esto
escribe. Pero, posiblemente, al llegar al final de este artículo habré logrado
convencerlos de ella. Las empresas y profesionales que buscan personal van tras unos perfiles determinados, de
acuerdo con sus necesidades. Y buscan experiencia, profesionalidad,
laboriosidad, iniciativa, apertura mental, facilidad de aprendizaje, honradez,
entrega, formación adecuada, conocimientos de informática e idiomas y mil cosas
más posibles. Y, por mucho que lean hermosos y completos currículos profesionales, no lo verán claro
hasta que, frente a frente con el
candidato, verifiquen que además les guste, les demuestre que puede valer,
vean con sus ojos a alguien que se acerque al ideal que buscan y hablen con él.
Es cierto que la precariedad del empleo, con la
multiplicidad de contratos temporales, por obra y demás posibilidades, facilita
la corrección fácil de quien, tras contratar, se encuentra con que ese nuevo
empleado no es lo que buscaba o el candidato no satisface sus expectativas.
Finiquitan el contrato o no lo renuevan y van en busca de otro. Esto parecería
ser suficiente para no molestarse en exceso en la búsqueda, pero no es así
realmente en la mayoría de los casos y en los empleos que podemos llamar normales. Quien busca a un trabajador
para su empresa quiere acertar en la elección y dejar bien resuelto este asunto.
Otra cuestión previa a tener muy
en cuenta es la que sigue. En el mundo de la empresa y por mucho que esta
afirmación pueda sorprender, existen todavía muchos gerentes, directivos y
jefes, de los que intervienen en los procesos selectivos, que desconocen casi todo sobre el mundo de
internet y las redes sociales. No hay más que pensar en lo que ha costado
en el mundo empresarial y, en especial en las PYMES, alcanzar cotas, hoy tan
elementales, como usar el correo electrónico y tener una página web. Esto se
debe en parte a los promedios de edad
de quienes están en esos puestos de responsabilidad y, también en parte, por el
elevado nivel de dedicación que hace muy poco factible estar al día en todo, la
dificultad añadida de vencer las inercias y rutinas profesionales adquiridas y
el llegar a creer en su utilidad. Muchas veces hay, además, una pizca de soberbia profesional que llega a pensar
que eso son cosas de chicos o no sirven para nada. Con todo esto, se quiere
indicar que muchos de quienes han de tomar las decisiones de admitir o no a un
candidato no están al día, en
especial en redes sociales. Y esto ha de tenerse en cuenta desde el principio.
Aunque es evidente que el acceso progresivo de profesionales más jóvenes y
buenos conocedores y usuarios de las redes sociales a puestos de
responsabilidad y a los de RRHH, va
permitiendo un mayor uso de ellas en las empresas.
En concreto, en lo que se refiere
a las redes sociales, todavía hay empresarios y directivos que solamente saben que
es algo con lo que andan sus hijos o, a lo sumo, tienen creado un perfil que no
utilizan, entre otras cosas por falta de tiempo y ganas. Todas las estadísticas
acerca del uso de las redes sociales, dan niveles de usuarios de cotas bastante
bajas para edades superiores a los 50
años. Sólo, en forma excepcional, lo hacen personas que superan esa barrera.
Con estos puntos de partida vamos
a desarrollar nuestro tema de cómo puede influir el uso de las redes sociales
por parte de aspirantes a puestos de trabajo.
¿DÓNDE APARECE LA OFERTA DE
PUESTOS DE TRABAJO?
Tradicionalmente era la prensa
escrita la que copaba la mayor parte de los anuncios de oferta de puestos de
trabajo. Hasta hace pocos años, todos los grandes periódicos de información
general y otros de naturaleza económico financiera solían ofrecer páginas
enteras, con grandes anuncios, en
los que se detallaba el puesto de trabajo y los principales requisitos básicos
que había de reunir el candidato. Estas páginas llegaban a ser aparatosas y
llenas de recuadros, muchos de ellos de empresas consultoras y de selección de
personal, que presentaban una auténtica selva de alternativas y exigencias.
Pese a que una parte de esos anuncios, bastante caros por cierto, no eran
reales sino mera promoción de empresas consultoras, bien para darse a conocer o
para atraer clientela a sus oficinas, la oferta llegaba a ser abundante. Y
fuera de este medio de difusión, los demás eran escasos y poco eficientes.
Las bolsas de empleo en colegios
profesionales, sindicatos y otras entidades, los anuncios e inscripciones en el
INEM, el aviso por parte de empresas en las que se había dejado el currículo,
el a ver
si me encuentras para trabajar en esa empresa un amigo como tú, eran
alternativas poco efectivas en general. Sí lo era y lo ha sido siempre, en un
país como el nuestro, el amiguismo y el enchufismo para colocar un hijo propio
o de algún amigo o un pariente.
En los últimos diez o quince años
este panorama ha ido cambiando
totalmente. De una parte, la crisis
económica surtió varios efectos simultáneos. Las empresas contratan menos
personal, si es que lo hacen, los anuncios son demasiado caros para incluirlos
en los gastos generales del negocio y hay tantos demandantes de empleo que es
cierto aquello de que se levanta una
piedra y salen a cientos. Y de otra, los avances en el uso de la
informática y las comunicaciones, combinados ambos, han hecho que pase a ser internet la vía más utilizada para dar
a conocer la oferta de trabajo.
¿Cómo se hace? Una gran cantidad
de ofertas de trabajo se canalizaban hasta hace poco a través de portales en internet, especializados en empleo. Existen varios de
ellos en nuestro país ya muy conocidos y prestigiados y siguen siendo bastante
utilizados, aunque su papel está sufriendo ya la dura competencia de las redes
sociales. Las empresas por un precio asequible pueden colocar allí sus ofertas, exponiendo con más
amplitud si lo desean sus pretensiones y requerimientos. Además las
herramientas que esos portales ofrecen a quien quiere contratar facilita mucho
su tarea de recepción de historiales profesionales de los candidatos,
segregación y discriminación o filtrado de los mismos y almacenamiento o
archivado selectivo. Por otra parte, los
aspirantes a puestos de trabajo pueden conocer las ofertas existentes con rapidez
y actualidad, a la vez que pueden colgar sus historiales y datos en esas
páginas web y hacer un seguimiento diario de la situación en que se encuentran
en esos procesos. Y todo ello desde la propia casa y sin apartarse del
ordenador propio. Además, es posible hacer todo esto desde el propio móvil si
se dispone de uno adecuado. Por tanto, en cualquier momento y desde cualquier
lugar es factible presentar estos currículos y hacer el seguimiento de las demandas de trabajo.
La facilidad del uso de estos
métodos ha desplazado casi por completo a los más tradicionales de envío por
correo o presentación personal de los sobres con los currículos profesionales.
Si bien es cierto que se sigue
utilizando el presentar estos en todas aquellas empresas que el aspirante
pueda considerar adecuadas a sus pretensiones, dejándolos en ellas aunque éstas
no lo estén solicitando, es más frecuente
en la actualidad colgarlos en las páginas web de empresas que tienen
habilitado un lugar en su menú para esta finalidad, la de recibir propuestas de
demanda de empleo. Y si éstas no están habilitadas, enviarlos al contacto que
aparezca en esas web empresariales. Siempre es mejor esto que llamar a la
puerta, tratando de buscar a quien entregarle, con mayor seguridad, el sobre
con el historial.
Existen ya un cierto número de
empresas que han incluido en sus páginas
web un lugar para demandantes de empleo. Esto les permite contar con una
bolsa de aspirantes, que debidamente clasificados en sus archivos informáticos,
les servirán para buscar entre ellos, en su momento, a quién pueda integrarse
en su empresa. Pero, no son demasiadas todavía las que recurren a este
procedimiento. A esto se ha venido a unir otro problema adicional: la Ley de Protección de Datos de Carácter
Personal. Esta normativa de obligado cumplimiento pone trabas grandes a las
empresas que mantienen datos de personas físicas. Y resulta que, por lo
general, los currículos suelen incluir una profusión de datos personales,
aparte de la fotografía, bastante amplios. A las empresas se les une al hecho
de tener que disponer de unos sistemas de seguridad y protección interna de
esos datos, cumpliendo escrupulosamente la LOPD , el indicar cómo ha obtenido esos datos y,
sobre todo, si cuenta con la autorización del interesado para tenerlos
archivados. Y todo esto con la espada de Damocles sobre su cuello de las multas
que podrían caerle encima en caso de una inspección de no tener todo en regla.
Por este motivo, muchas empresas ya no quieren recibir historiales
profesionales no solicitados, los destruyen si son en papel o los eliminan si
llegan por correo electrónico o sus antivirus y sistemas de seguridad los pueden
considerar correo spam.
LOS CURRÍCULOS EN LOS PROCESOS DE SELECCIÓN
Los elementos tradicionalmente
clave en los procesos de selección de personal son los historiales
profesionales o currículos y la
entrevista personal. En la mayoría de las búsquedas de empleo, aunque existen
excepciones, hay que.
- Recepcionar todos los currículos recibidos.
- Leerlos con más o menos detenimiento.
- Eliminar los que no se ajustan a los requerimientos
establecidos.
- Centrarse en aquellos que se acercan más al perfil
deseado.
- Volver a examinar con más detenimiento los
historiales de estos últimos.
- Decidir a qué aspirante o aspirantes se va a entrevistar.
- Si se va a hacer algún tipo de pruebas, definir
éstas.
- Llevar a cabo las entrevistas y, en su caso, las
pruebas.
- Determinar si alguno o algunos de los entrevistados
satisface nuestras expectativas para el empleo ofertado.
- Tomar la decisión final del candidato a aceptar o,
por el contrario, considerar que no se ha obtenido un resultado
satisfactorio.
Una parte de estos pasos quedan muy simplificados si la empresa ha
optado por utilizar algún portal especializado en la presentación de las
ofertas de empleo y de las demandas de trabajo por parte de sus usuarios. Como
antes indicamos. Es factible clasificar, por los criterios que mas interese,
esos currículo recibidos y filtrarlos para disminuir así considerablemente su
número, para centrarse en aquellos que cumplen determinados requisitos de edad,
formación, experiencia, aspiraciones personales u otras. Todo esto deja más
tiempo al que ha de tomar las decisiones para elegir. Eso si, con el riesgo,
muchas veces grande, de dejar fuera del proceso a aspirantes que podrían haber
servido con suficiencia para el puesto requerido. Pero eso es consecuencia de
la automatización de estos procesos y obliga a quienes buscan trabajo a ser bastante hábiles y avispados para
que sus currículos puedan cumplir bien de cara a mostrar realmente sus
potencialidades.
Pero llegados a este punto, no es
frecuente que la empresa llame ya sin más a quienes ha elegido entre la maraña
de historiales profesionales presentados a su oferta de trabajo. Suelen ir,
previamente a alguna entrevista. No
vamos a entrar ahora en este tema, por otra parte ya tratado en otros artículos
de nuestra www.gerenteweb.com Y es en
esa entrevista en donde realmente se juegan las posibilidades de ser o no aceptado
para ese puesto de trabajo, después de haber logrado saltar por encima del
resto de los currículos de los otros aspirantes.
¿Y QUÉ PAPEL JUEGAN, ENTONCES, LAS REDES SOCIALES?
Esto requiere un tratamiento más
extenso y detenido. La mayoría de los aspirantes a puestos de trabajo, jóvenes
en gran parte, utilizan frecuentemente las redes sociales. Al menos alguna de
ellas. Y lo pueden hacer para buscar
trabajo o para mejorar su
posicionamiento profesional o para aumentar
su reputación como aspirantes a un empleo. Salvo en el caso de Linkedin, Xing o Viadeo que tienen un
sesgo más profesional, en las otras no se hace pensando en el puesto de trabajo
posible. Las redes sociales van por otro camino en la vida de sus usuarios. Antes
de examinar los pros y contras de
algunas de ellas, se hace necesario recordar lo señalado al principio. ¿Qué saben de redes sociales la mayoría de
las personas que en las empresas tienen la responsabilidad de contratar? ¿Qué concepto tienen sobre ellas? ¿Las utilizan en esa tarea de selección de
personal? Mi respuesta en estos momentos y al hilo de mis experiencias
profesionales es que todavía poco. Sin que esto resulte ofensivo para nadie y
contando las posibles excepciones a esta afirmación, en las empresas se está
demasiado ocupado en cuestiones muy vitales, máxime en los tiempos que corren,
y la falta de tiempo es un hecho muy general como para estar al día en las
redes sociales o participar en ellas como usuario. Otra cosa son las empresas consultoras que hacen
selección de personal y en los denominados head hunters o cazatalentos que sí las utilizan profusamente, como un elemento
más de conocimiento de los candidatos o de los potenciales profesionales a
ofrecer a sus clientes. Además, las redes sociales son una forma más de networking,
es decir construir y cultivar vínculos personales en nuestro propio beneficio y
de forma estratégica.
Examinemos ahora, separadamente,
las posibilidades de las redes FACEBOOK,
TWITTER, LINKEDIN, XING Y VIADEO ante la búsqueda de trabajo. Nos centramos
en estas cinco ya que, por ahora, parecen ser las de uso más común, aunque
otras que van surgiendo pueden llegar en un futuro a alcanzar a éstas y
superarlas. Hay que tener, además en cuenta, la rapidez de los cambios
tecnológicos que se van produciendo en estas herramientas.
FACEBOOK
Es la más extendida, al menos por
las encuestas que sobre este tema hemos efectuado desde www.gerenteweb.com. Hay estadísticas que
cifran en unos 110 millones de usuarios en el mundo y 1,4 en España. Debemos
preguntarnos previamente por qué y para qué abren los usuarios sus perfiles en
FB. La respuesta de que es una moda, especialmente juvenil o ya un hábito
social adquirido se queda muy corta. La gente abre un perfil en FB, rellena la
información sin unos criterios muy fijos o racionalmente estudiados y busca
conectarse con sus amigos y conocidos. En principio sería una forma de estar
con los demás, con los amigos, y con la facilidad de la permanencia, la rapidez
y la comodidad. Es posible saber cosas, comunicar otras, enterarse de cuestiones sobre sus amigos, quedar con
ellos, indicar donde se está, conocer o dar a conocer sitios web o cualquier
otro formato en el que haya información que les han interesado o llamado la
atención, agruparse bajo algo que atraiga o les una, compartir fotografías,
participar en foros, chatear, enviar mensajes y correos a otros amigos, conocer
quienes son amigos de otros, participar en grupos de FB y otras muchas
posibilidades más.
Quiero centrar ahora el interés en unas pocas cuestiones:
- ¿Qué se pone en los datos de información?
- ¿Se piensa en el empleo al ponerlos?
- ¿Se cree que FB es un vehículo que puede ayudar a
buscar trabajo?
- ¿Se piensa en la reacción de un eventual ofertante
de trabajo que pueda acceder al perfil de FB de un candidato?
- ¿Se actúa con prudencia en las manifestaciones y
contenidos colgados en el muro de FB o se hace con total naturalidad,
sinceridad, veracidad y apertura?
- ¿Se fía todo al nivel de seguridad en la privacidad
establecida en la configuración del perfil?
Estas y otras muchas preguntas
posibles centran, para mí, la cuestión suficientemente. FB permite un abanico
muy grande de información en el perfil.
Desde una amplia exposición de nuestros datos personales, experiencia laboral y
de estudios, aficiones y hobbys hasta dar el mínimo posible, que es casi nada. Todo usuario debe saber que lo que
escribe en ese perfil, tanto en datos como en los contenidos que aporta a su
muro, al margen de las variaciones de casos posibles, será vista por sus amigos
en primera instancia. En otros casos será vista por los amigos de sus amigos. Y
podrá ser pública en función de la configuración de la cuenta y de la
privacidad realizada. Pero ha de tener en cuenta que esa información, con gran
frecuencia va más allá y puede aparecer en otros lugares no previstos. Bien por
hackers, internautas hábiles y expertos o potentes motores de búsqueda pueden
captar y difundir los datos e informaciones. Además, cada día aparecen nuevas
web que se dedican a colgar todo lo que
saben, es decir todo lo que han logrado captar en la red, de cada persona
usuaria de internet y las redes sociales. Solamente estas actuaciones explican
cómo es posible que en esas web se puedan ver reflejados datos personales
diversos que no se les han facilitado. El mundo también es global para la
información e internet no es precisamente la excepción.
La cuestión por tanto es
plantearse si los datos personales de la información del perfil en FB, los
contenidos de nuestro muro, el estilo y los rasgos de personalidad que, reales
o ficticios, se deducen de aquellos favorecen
o perjudican en caso de ser vistos por quien realiza una selección de
personal en la que somos o podemos ser parte interesada. Si partimos del hecho
de que esa posibilidad puede darse y, de hecho, se da no cabe duda de que todas
las formas de actuar y presentarse en FB no son neutras para esto. O lo que es
lo mismo pueden ayudar o ser negativas en la búsqueda de empleo. Son muchas las
formas de actuar que podrían perjudicar
a un candidato en esta tesitura. Consideremos algunos ejemplos, antes de
pasar al uso útil de FB para la búsqueda de empleo:
- Fotografía
del perfil poco adecuada y sobre todo fotografías en que se vea al candidato en actitudes,
situaciones o circunstancias que hagan pensar en poca seriedad para
compaginarlas con un trabajo. Hay posibles mensajes subliminales o efectos
no deseados en esas fotografías. Es ya clásico el ejemplo de quien tiene
su perfil lleno de fiestas y fotografías con la copa en la mano. Es todo
lo legítimo del mundo y el derecho a la intimidad y a la vida privada al
margen de la empresa es el que es, pero eso puede echar para atrás a quien
le va a contratar.
- Expresiones
y contenidos con faltas de ortografía, mala redacción o lleno de
vulgaridades. No cabe duda de que podrían dar una mala imagen dentro de un
proceso de búsqueda de trabajo.
- Opiniones
vertidas o sugeridas en los contenidos de su muro contrarias a la ética en general o hablando mal de su
trabajo, sus jefes, compañeros, clientes u otros relacionados con su
actual desempeño profesional o alguno anterior. Podrían mostrarlo como una
persona crítica hacia el trabajo en general y propensa a la deslealtad con
una nueva empresa. Es decir parecer
negativa en sus juicios y actitudes.
- También, en línea con lo anterior, aquellas personas que se muestren muy extremas en sus opiniones políticas,
sindicales, laborales o muy radicalizadas en estos aspectos, pueden ser
mal vistas de cara a una posible contratación e integración en una
empresa.
- Aquellas personas que en su perfil y contenidos en
su muro se presenten o aparezcan como excesivamente
frívolas, con ligereza en sus
contenidos pueden parecer poco serias y responsables para su trabajo.
Podríamos
continuar con más aspectos y matices de los contenidos en FB de un usuario que
está en busca de trabajo. Por supuesto que, llegados aquí, podrá haber personas
que al leer lo que antecede manifiesten cosas como:
Eso es mi vida privada, mi página para compartir con mis amigos. La empresa
actual o la que me vaya a contratar no tienen nada que ver con esto. Ni entrar
siquiera. Yo en mi tiempo libre hago lo que quiero. Es mi vida privada.
Mi respuesta
aquí es muy simple: desde luego que cada uno es dueño de su vida privada. Ahora
bien, si alguien que puede contratarle entra o tiene acceso, por el medio que
sea, a esos contenidos e informaciones personales, podría sacar conclusiones
nada favorecedores para sus intenciones de acceder a ese puesto de trabajo. No
tiene porque suceder, ni deberían tener acceso, pero yo no me fiaría de FB hasta ese punto ni, en general y por ahora, de la seguridad y privacidad total de
los datos en todas las redes sociales. Los expertos sobre estos temas opinan
así mayoritariamente y sugieren cosas tales como:
- Procure tener siempre actualizado el perfil. Le puede perjudicar no tenerlo al día.
- Si busca trabajo prescinda de actitudes y expresiones del tipo de las citadas
antes o similares.
- Podría tener dos
perfiles distintos. Uno para sus amigos, cerrando mucho desde el punto
de vista de la configuración de la seguridad y la privacidad, otro más
abierto y profesional, con la vista puesta en su búsqueda de trabajo o en
aquellos lugares que las redes sociales puedan tener dedicados a la
búsqueda de empleo.
- Desconfíe de
la seguridad absoluta de la privacidad en temas de internet y redes
sociales. Por ahora no existe hasta ese punto.
- Si da información
sobre su formación y experiencia laboral anterior, procure que sea
válida y adecuada para el puesto de trabajo que trata de conseguir. No
cite aquellas que le puedan perjudicar o, cuanto menos, no favorecerle.
- Procure no
pasarse de crítico, extremo o radical en sus juicios y opiniones,
negativo en exceso, anti-todo, enemigo del sistema establecido, ni
insultar y faltar a todo el que se le pone por delante.
- Mejor muestre buena
educación, principios y valores humanos.
- Por el contrario, no importa que se le vea líder, alegre, divertido, con muchos
amigos, animado, con criterio, atento a los detalles con sus amistades,
con iniciativa. Pero todo esto sin pasarse de festivo ni pesado.
- Piense que lo que pone en su muro o en el de otro,
lo que comparte, una fotografía que cuelga, un comentario, un mensaje
puede acabar, por unas u otras razones, extendido por la red o por internet hasta donde no sospecha.
Al analizar lo que en la red hay o existe sobre nosotros podemos llegar a
asombrarnos muchas veces.
- Una red puede ser como un gran patio de vecindad en
el que a través de las ventanas abiertas es posible escuchar lo que dicen los
demás en sus casas.
Y añado: no necesariamente se dan
o pueden darse estos efectos indeseados en todos los casos en el uso de las
redes. Es un buen consejo. Si busca trabajo cuide estos detalles en FB. Si no lo busca o no lo necesita, no precisa cuidarlos.
Ahora bien, hay aspectos y posibilidades muy positivas. Yo destacaría, entre
otras, siempre que el perfil no adolezca de los aspectos negativos de cara al
empleo antes consignados:
- Da idea de alguien que está bien integrado socialmente, que tiene
amigos y está ahí, en el mundo. No es un bicho aislado.
- Es moderno y conoce las herramientas informáticas y
de comunicaciones actuales. La empresa posiblemente puede usarlas para sus
actividades, en especial las comerciales y de marketing.
- Puede servir para dar a conocer la empresa que le
puede contratar en mercados o clientelas potenciales.
- Puede ser un buen vehículo para la comunicación
interna de la empresa, de mucha utilidad para la dirección, el
departamento de personal y para otros muchos aspectos de la vida laboral.
- Bien utilizada la red social, le favorece más que
le perjudica. No estar ahí, cada día será algo más raro y llamativo.
- Cabe la posibilidad de utilizar, para oferta y
demanda de puestos de trabajo el Marketplace que Facebook tiene
en su red. Se trata de una especie de sitio en la red que permite acceder a
todos los mercados que se han integrado en FB, pudiéndose comprar y
vender. En el caso que ahora nos ocupa, las empresas que lo utilicen
pueden publicar ahí sus ofertas de trabajo.
Y repito algo antes manifestado.
En la actualidad, personal de las consultoras de selección de personal, en
especial de directivos o de búsqueda de socios, de puestos de trabajo de perfil
más complejo o difícil de encontrar, así como los cazatalentos recurren a
internet y a las redes sociales para ir detectando personas con perfil para
ofrecer a sus clientes o, lo que es más frecuente, para saber más cosas sobre
posibles candidatos. Es una investigación más que se une a las vías tradicionales
de currículos, entrevistas y pruebas diversas.
TWITTER
Nuestro comentario sobre esta red
social es más sencillo. El perfil es bastante simple y la red está pensada para
exponer textos o informaciones muy breves, que no superen los 140 caracteres.
Se trata de indicar tanto frases, normalmente, ingeniosas o llamativas como informe
de una noticia o un link de acceso a una
información en internet, con sencilla introducción o sin ella.
Evidentemente, un usuario que en
sus frases (tweets) caiga en los mismos aspectos que hemos considerado al
tratar de Facebook, estaría con idénticas
desventajas de cara a la búsqueda de trabajo. Las consecuencias serían
similares. Lo que ocurre es que en Twitter es más difícil caer en eso. Su uso
no se presta a los comentarios de FB ni a la exposición de fotografías de todo pelaje. Por tanto, considero que salvo
mostrar cómo piensa y cuales pueden ser sus inclinaciones políticas, sociales,
morales, éticas, religiosas, deportivas o de aficiones, es bastante neutra de
cara a la búsqueda de trabajo. Siempre con un uso racional. También, puede dar
una idea del candidato, si se conoce a quienes sigue en esa red. Se pueden ver
sus tendencias, gustos o esas inclinaciones personales que antes hemos
enumerado.
Pese a esto, últimamente está aumentando el uso de Twitter para el empleo. De una parte quien desea
buscar trabajo lo puede indicar así en sus tuits o acudir a la zona que esta
red tiene dedicada para empleo. También puede
indicar en ellos la dirección de una web o un blog en el que figure su
currículo profesional u otra información sobre su capacitación y experiencia
laboral. De otra, las empresas o las consultoras contratadas por éstas, pueden
colgar tuits ofreciendo puestos de
trabajo o señalando un link que conduzca a la información sobre ellos. Como
consecuencia, es posible establecer la conexión entre ambas partes y llegar a
cubrir esos empleos. Existe otra posibilidad y es hacer uso de los denominados hashtags.
Estos se identifican con el símbolo #
que se coloca en los tuits junto a palabras clave que pueden emplearse, tales
como empleo, trabajo, personal o similares. Consiste sencillamente en que el
usuario puede colocar en sus tuits, justamente delante de la palabra que mejor
identifique el tema del mismo el símbolo #. De este modo, todos aquellos
usuarios de Twitter que estén buscando aquellos relacionados con esa palabra o
etiqueta (hashtags), tendrán acceso a todos los que existan. Esto puede
utilizarse para la oferta y demanda de empleos.
LINKEDIN
Ésta red, de la que indican las
estadísticas que tiene unos 30 millones de usuarios en el mundo y de
ellos, 300.000 en España, es muy válida para el tema que estamos
tratando: la búsqueda de trabajo. De hecho parece que, entre sus fines y
objetivos, cuenta éste de forma importante. Es como si hubiese sido pensada
para esto y para hacer negocios o contactos profesionales.
Aquí vuelve a tener vigencia todo lo manifestado sobre la información del perfil personal. Los
distintos apartados permiten ir poniendo informaciones diversas que pueden
favorecer o perjudicar, según se alejen o acerquen a los aspectos negativos ya
señalados al tratar de FB. Por tanto, quien busque trabajo o lo vaya a buscar
más adelante debería de cuidar mucho la información personal, de formación, de
experiencia laboral anterior, de puesto de trabajo que ocupa y de hobbys,
gustos o preferencias para su tiempo de ocio, así como de su continua
actualización.
Otro aspecto crucial es el de las
recomendaciones y contactos. Las
primeras, como es sabido, son manifestaciones de personas que nos conocen
profesionalmente por haber trabajado con nosotros, preferentemente como jefes o
compañeros, y que ponen de manifiesto aptitudes e informaciones favorecedoras
de nuestra imagen profesional. Son las clásicas recomendaciones o certificaciones
que siempre han existido en la vida laboral, pero que en Linkedin, al
generalizarse mucho, pasan a ser un instrumento muy bueno. Pero tiene varios peligros acechando. Así podemos
citar:
- El exceso de
estas recomendaciones en esta red, muchas de ellas muy repetitivas
hasta en su propia redacción con abundantes frases hechas, le quita
credibilidad a la hora de tenerlas en consideración.
- Hay cierta
obsesión, en muchos usuarios, por tener muchas recomendaciones, las
más posibles. Esto al no ser un hecho normal en una vida laboral, y más
aun si se trata de jóvenes que lógicamente todavía llevan poco tiempo
trabajando, pone en guardia sobre esa misma credibilidad que puedan ofrecer. Los expertos suelen señalar
que un exceso de estas recomendaciones, cual si se tratase de
coleccionarlas, es negativo. Mejor pocas, de valor y claramente expositivas
de las virtudes del candidato y que ofrezcan veracidad.
- El caso de los contactos
es diferente. Pasa algo así como con el número de amigos en FB. Ahora
bien, aquí lo que se podría valorar es el nivel profesional de esos contactos. No sirve cualquiera, no
se trata de enumerar los clásicos amigos de FB. Linkedin es por definición
otra cosa y se valora lo que tiene un peso específico en el mundo del
trabajo o los negocios.
- No obstante, lo anterior, si se trata de puestos de
trabajo de comerciales o de
marketing puede ser ya más interesante esa lista más amplia de
contactos, indicativa de una persona sociable e introducida
profesionalmente. Pero, repetimos, siempre que esos contactos tengan una
cierta calidad profesional o empresarial y no sean toda la pandilla de
amigos.
Linkedin
permite establecer y mantener lazos
profesionales que pueden permitir conocer quién o qué empresa oferta
puestos de trabajo, puede propiciar recomendaciones internas para contratar a
alguien que se conoce en esa red y parece tener gran valía o puede servir para
presentar candidaturas bien avaladas ante una selección de personal, indicando
siempre en el historial profesional la pertenencia a esta red. También permite
la participación activa en grupos de
trabajo o discusión.
La red
Linkedin sirve, como una de sus principales posibilidades, para exponer un
currículo públicamente y que pueda ser encontrado y revisado por despachos de
Consultoría y selección de personal, cazatalentos o empresas que hagan esa
búsqueda directamente. De ahí la importancia de construirse muy bien el perfil que se presenta. Es siempre bueno
insertar una fotografía real y reciente.
No es un buen efecto el presentar cosas tales como dibujos, animales, rostros
anónimos o similares. Quien busca un trabajo debe de presentarse tal cual es.
Al fin y al cabo, caso de ser seleccionado habrá de pasar por una entrevista
personal. Hay quien desecha, automáticamente, candidatos anónimos, sin
fotografía real.
Aunque no es
el objeto de este trabajo, debemos añadir que Linkedin es una red que permite
los contactos para hacer negocios.
Para encontrar clientes o proveedores, para aliarse o asociarse para nuevas
empresas, para intercambiar información o experiencias y para todo aquello que,
en el ámbito profesional y empresarial, sea factible cuando dos partes se
encuentran, congenian y tienen intereses comunes o complementarios.
XING
Y VIADEO
Se trata de
redes que han surgido con posterioridad a las anteriores y que están en fase de
ascenso. Son apropiadas para la búsqueda de empleo, en especial Xing en el sector de directivos y ejecutivos de alto
nivel o empleados de gran responsabilidad. Por lo demás, son aplicables a
ella los mismos comentarios positivos y negativos ya reseñados para Linkedin.
CONCLUSIONES
Sintetizando
mucho lo indicado antes, las podemos resumir así:
- Todavía subsiste la presentación de currículos o
historiales profesionales en papel, entregados o remitidos a la empresa que
busca empleados o en aquellas, que sin buscarlos, admiten su entrega para
su archivo de potenciales aspirantes.
- El uso de búsqueda de trabajo a través de acceso a portales en
internet, especializados en empleo,
es todavía elevado, aunque en franco retroceso. Tienen inconvenientes y
limitaciones grandes que poco a poco tratan de superar.
- Las redes sociales son un excelente medio,
complementario de los citados en los dos puntos anteriores, para conocer
ofertas de empleo, para acceder a ellas presentando historial profesional
o para ofrecerse a quien desee contratar. Es decir para conocer el mercado
de trabajo o para estar en ese mercado de trabajo.
- En la actualidad consideramos que Linkedin es la
más apropiada para utilizarla en la búsqueda de empleo, tanto para conocer
la oferta como para ofrecerse como demandantes de éste. En especial para
puestos cualificados o de directivos y ejecutivos.
- Facebook puede ser una alternativa, a utilizar
juntamente con Linkedin. Pero mejor procurando separar vida privada de la
profesional.
- Twitter se va abriendo paso, con rapidez, como otra
forma diferente de buscar empleo y estar presente en el mercado laboral.
Es preciso, no obstante, habituarse
al sistema de frases cortas y muy limitadas. Permite acceso a web o blogs
en los que se pueda conectar con el currículo del aspirante.
- Las redes Xing y Viadeo se usan para la búsqueda de
empleo, pero son minoritarias por ahora y no parecen superar las
posibilidades de Linkedin.
- En todas las redes sociales es fundamental si se
quieren usar para búsqueda de trabajo en la actualidad o en el futuro,
tener muy completa la información profesional y laboral, así como las
cualificaciones, experiencias y otros conocimientos. Y sobre todo,
tenerlos siempre actualizados.
- Por el contrario, es muy perjudicial para quien
quiere estar en el mercado de empleo incurrir en los diversos aspectos
negativos enumerados en este artículo. Ahí se puede jugar mucho sus
posibilidades el aspirante a puestos de trabajo.
- La tecnología informática, de internet y de las
comunicaciones es tan cambiante y acelerada en sus desarrollos que las
anteriores opiniones y conclusiones puede quedar obsoletas y necesitar
cambios en muy corto plazo de tiempo. El aspirante a un puesto de trabajo
ha de estar al día para incorporarse a las nuevas redes sociales que
puedan surgir en el inmediato futuro.
- Lo más normal es que, sea cual sea el medio por el
que se ha accedido a un posible puesto de trabajo, habrá que pasar por una
entrevista personal. Y ésta será decisiva para lograr la meta de conseguir
ese empleo. Por tanto, también hay que prepararse para esto.
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